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Martes, noviembre 8th, 2016

Viaje a la Exposición Universal de París (1900)

El inicio de esta serie de viajes de la presente exhibición se inicia en París, con motivo de la Exposición Universal de 1900. En los primeros días de marzo, Casas fue a la capital francesa, estableciéndose en Montmartre. Miquel Utrillo llegó más tarde y, después de ver la producción de dibujos y pinturas que había realizado Casas, quiso llevársela a Barcelona para incluirla en la segunda exposición Pèl & Ploma, que se iba a celebrar en mayo. Casas residió en el barrio de Montmartre hasta finales de octubre, por lo que vivió los acontecimientos que se fueron celebrando en la capital francesa.

 

Pèl & Ploma editó un número doble el 21 de abril de 1900 dedicado a la Exposición Universal. Esta ilustración acompañaba las crónicas de Casas hechas desde París.
Pèl & Ploma editó un número doble el 21 de abril de 1900 dedicado a la Exposición Universal. Esta ilustración acompañaba las crónicas de Casas hechas desde París.

El 21 de abril de 1900, la revista Pèl & Ploma publicó un número doble dedicado en exclusiva a la Exposición Universal de París. Con el título “Antes de subir el telón», describía el estado de las obras en los días previos a la inauguración “Me he paseado entre escombros, barro, polvo y yeso». Fue una “excursión de 10 días” de emociones fuertes y continuas, que se vieron plasmadas en un análisis y valoración de las diferentes construcciones y monumentos que se habían erigido con motivo de la “gran feria del mundo”; el “billar” —la estructura, que según Casas, recordaba a una mesa de billar— se veía desde el estudio del pintor en el barrio de Montmartre. La sensación generalizada era que la Exposición Universal no se llegaría a inaugurar en la fecha prevista por el estado de las obras. “Por mucho que se esfuercen, no estarán listos para el día de la inauguración. ¿Por qué se ponen tan tarde a hacer unos trabajos tan grandes?».

 

En el mismo número, finalmente, habla de la inauguración: “Hoy, sábado de gloria, un cielo azul tierno cubre el París soleado de la más hermosa primavera». También se hace patente la alegría general del gentío y cómo los monumentos y construcciones estaban —o simulban estar— listos para aquel día de regocijo para los parisinos y parisinas. En cuanto a los diferentes edicios y monumentos, la Puerta Monumental “no lo es en absoluto». “La decoración de la puerta es del sistema pulpo o sepia, porque todas las super cies exteriores e intriores del monumento están cubiertas de convexidades redondas» y termina añadiendo “ese miriñaque de hierro azul será el succionador del dinero del mundo».
Pese a las primeras opiniones negativas sobre la Puerta Monumental o Binet (en honor a su creador, el arquitecto francés René Binet), que se rebautizó como “Salamandra” por su similitud con este tipo de estufa, lo cierto es que sirvió de fondo y modelo para no pocas ilustrciones de la Exposición Universal. En el primer número extraordinario de la revista Pèl & Ploma dedicado a la cita, las dos primeras imágenes son París, que muestra a una mujer elegante con el Sena y la Torre Eiffel de fondo, y L’estranger, donde aparece un hombre de espaldas (con toda probabilidad, un autorretrato de Casas) frente a los andamiajes y la cerca de la construcción de la Puerta Monumental, de la que sólo se ve el primer arco central.

 

Ramon Casas se autorretrato frente a los andamiajes de las obras de construcción de la —por entonces inacabada— Puerta Monumental del recinto ferial.
Ramon Casas se autorretrato frente a los andamiajes de las obras de
construcción de la —por entonces
inacabada— Puerta Monumental del recinto ferial.

En los números sucesivos de la revista Pèl & Ploma aparecieron varias ilustraciones con la Exposición Universal como telón de fondo. Son dibujos al carboncillo con notas de color en los que la mujer aparece como protagonista indiscutible de las distintas escenas: se trata de mujeres elegantes, esbeltas y vestidas a la última. Así, entre títulos como La plataforma movible, La musa de Montmartre, Esperant l’omnibus, A l’esplanada dels inválits, Parisenca, La Parisenca, Restaurant barato, Una a cionada, La fí de sigle, La foire-aux-jambons o La molinera de la Galette, encontramos tres ilustraciones que tienen como referencia la Puerta Monumental: la obra ya mencionada L’estranger, Revenedora de tickets y Menjar barato. Todas ellas son visiones alejadas de los ambientes sórdidos y bohemios de Montmartre que fueron protagonistas en los primeros viajes a la capital francesa.

Esta postal coloreada muestra la imponente arcada que daba acceso a la Exposición Universal de París de 1900, que Casas visitó.

 

La Puerta Monumental fue el escenario elegido por Casas para realizar varios dibujos dedicados a la Exposición Universal, como el protagonizado por esta vendedora de tiques.
La Puerta Monumental fue el escenario elegido por Casas para realizar varios dibujos dedicados a
la Exposición Universal, como el protagonizado por esta vendedora de tiques.

En Menjar barato (‘comida barata’) se aprecian hasta ocho personajes distribuidos en diagonal. El primero de ellos, y como protagonista de la escena, es una muchacha joven que sostiene la bandeja preparada con los tentempiés. De su cintura cuelga un pequeño bolso y va vestida con un conjunto que sólo deja al descubierto el rostro y las manos. En la cabeza lleva un sombrero, segur ramente de paja, con un bonito lazo que lo decora. El resto de personajes llevan bebidas —pueden verse en el suelo—, anuncios y otro tipo de comestibles. Son de lo más variopinto: mujeres jóvenes, una anciana, un caballero con bombín, un hombre con la cabeza vendada… Al final se adivina un gendarme o agente de la autoridad que revisa el ticket de acceso al recinto de la Exposición Universal. Detrás de ellos, al fondo, se aprecia la gigantesca arcada de entrada a la muestra, anqueada por varios mástiles coronados con la bandera tricolor francesa: se trata del área de acceso a la exhibición, en la Plaza de la Concordia.
La Puerta Monumental fue ideada por Joseph René Binet (Chaumont, 1866–Ouchy, 1911), quien había previsto un flujo de unas sesenta mil personas por hora. Al final, la Puerta dio acceso a más de cincuenta millones de visitantes. Estaba coronada por una figura de seis metros de altura que simbolizaba París, obra del escultor Paul Moreau-Vauthier (1871–1936). La modelo escogida por el escultor fue Sarah Bernhardt.

Esta ilustración, en la que aparecen varios personajes, cierra la serie de dibujos de Casas dedicados al paisaje arquitectónico y humano de la Exposición Universal celebrada en París. Menjar barato, 1900. Carboncillo y cera sobre papel.

Gabriel Pinós


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