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Jueves, abril 25th, 2024

El arte popular: grabados y azulejos de artes y oficios en la obra de Ramon Casas. (Parte III)

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LA MODERNIZACIÓN DE LOS AZULEJOS DE LOS OFICIOS

Una segunda cuestión es quién realizó las cerámicas propiamente. Los dibujos originales de Casas, que se conservan en el Museu d’Art de Sabadell, provienen de la colección personal de Santiago Segura, por donación de su esposa. Así que solo pudo ser un ceramista de la órbita de Segura: Marià Burguès o Francesc Quer. 

Los azulejos se comenzaron a vender a partir de julio de 1903. Desde enero de 1901 a marzo de 1903, Burguès estuvo encarcelado por su actividad anarquista, época en la que Quer ya trabajaba con él (desde 1896), así que seguramente fue un trabajo conjunto entre los dos; a pesar de que un encargo como éste, de carácter tan marcadamente comercial, no se ajustaba al carácter de Burguès, sí que lo hace el estilo de los azulejos. Es tradicional la insistencia de que Casas imita el estilo de los azulejos de arte y oficios del siglo xviii, pero están muy lejos de poder ser confundidos con piezas del 1700 por cualquier aficionado. Se sitúan las figuras realizando una actividad al aire libre, que normalmente se hacía bajo cubierto, enmarcando al grupo por dos formas vegetales («palmetas»), las referencias paisajísticas son mínimas y las figuras quedan configuradas con pocos trazos y detalles, pero característicos y que describen bien la actividad o personaje que representan, teniendo algunas de ellas un aspecto satírico; todo esto coincide con los azulejos fabricados desde finales del siglo xviii a principios del siglo xix. 

Pero las diferencias son destacadas. La gama cromática es mucho más rica y, al perfilado de las figuras, se introduce un elemento que es típico de la producción de Burguès y Quer: las incisiones o la decoración por esgrafiado de las piezas cerámicas. En Els Adelantos del segle xix, pequeñas incisiones marcan elementos que se quieren destacar, como la caldera del hombre duchándose o los pliegues de algunos ropajes, como la capota del torero. Decía Burguès «las copias me producen hartazgo (…) huyo de la copia exacta», en una carta a Joaquim Folch i Torras en 1926, añadiendo que lo último que deseaba era engañar al amateur o coleccionista.

azulejos del dibujo de Lo d'ara 1908
Azulejos del dibujo Lo d’ara, publicado en La Ilustració Catalana, 1908.

Respecto al tema, se representan los inventos del siglo xix y los cambios sociales, nuevas prácticas higiénicas, entretenimientos y oficios que conllevan inventos y profesiones como maquinista de tren o guardagujas, chófer, farolero, telegrafista, fotógrafo, tejedora a máquina, telefonista, también una ciclista, una mujer escuchando ungramófono o el sereno (el gas primero y la luz eléctrica después trajeron la vida nocturna); pero también mejoras técnicas de profesiones tradicionales como el campesino con una cosechadora mecánica o un carpintero con una serradora eléctrica. Es el siglo del higienismo con un caganer en el wc, el hombre duchándose, el hombre con la báscula (mejora de la alimentación) o el dentista. Pero también un siglo que quiere divertirse, como los jugadores de billar, el organista o los toros. Casas no parte de cero; el azulejo de oficios tradicionalmente actualizaba sus representaciones según la ropa de moda y, a pesar de ser poco frecuentes, ya se habían introducido desde finales del siglo xviii escenas de jugadores de billar o toreros. Ya en el siglo xix aparecen azulejos con figuras de majos y majas, rejoneadores o bailarines andaluces con castañuelas y vestidos con camisas abiertas y mangas de volantes. También aparecen nuevos inventos, como el aerostato y nuevos tipos como el «lechuguino», la versión castiza del dandy. Lo que hace Casas es integrarse en esta constante renovación de la tradición popular.  Dentro de la obra de Casas, el interés por la cerámica parece que no tuvo ni precedentes ni continuidad. Después de estos azulejos, Manuel Urgellès, que formaba parte del círculo de Els Quatre Gats, reprodujo un dibujo de Casas titulado Lo d’ara [Lo de ahora] en un plafón de doce azulejos, con obra de otros artistas reconocidos —como Dionís Baixeras, Joan Llimona, Apa y otros— que se presentaron en la Sala Parés en 1908. Lo d’ara representaba un automóvil y tenía un precio de 275 ptas. Técnicamente era completamente diferentes a Els Adelantos del segle xix; si éstos están pintados a mano alzada, seguramente por un ceramista, resiguiendo un estarcido hecho a partir de los dibujos originales de Casas, Lo d’ara es una estampación, seguramente por algún proceso serigráfico, de un dibujo al carbón y sanguina de Casas sobre la superficie de un plafón de azulejos, según un sistema que había patentado el propio Urgellès. Este sistema tuvo cierta repercusión, obteniendo un premio otorgado por la Sociedad Económica de Amigos del País, en 1909. También colaboró con artistas como Joan Llimona en diversos proyectos.  Según se indica en el díptico editado para la exposición: «El procedimiento es importante únicamente bajo el punto de vista de igualar y superar aún al del carbón fijándolo y haciéndolo inalterable. Además por él se logra la intervención directa del propio artista, hecho extraño con todo el resto de procedimientos conocidos». En la patente es descrito como: «Un procedimiento para obtener sobre faience porcelana, mayólica, tierra cocida o cristal y demás materiales análogos dibujos inalterables al fuego de igual apariencia que los hechos al crayon (lápiz), al carbón o al pastel».

Vicente de la Fuente Bermúdez.


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